El temor en los pequeños de preescolar puede acarrear distintos efectos adversos en su crecimiento emocional. Si un niño vive con miedo a menudo quizá por eventos dolorosos, entornos inestables o carencia de cariño podría acabar con una autoimagen pobre, sintiéndose inseguro o creyendo que no vale para nada. Por si fuera poco, el miedo podría llevar al niño a aislarse, batallar para conectar con sus compañeros y rehuir experiencias nuevas, perjudicando su integración social. También podría impactar su habilidad para comunicarse, ya que el miedo dificulta manifestar lo que siente y piensa, y esto, a su vez, puede entorpecer el avance del lenguaje. En lo que respecta a lo cognitivo, el miedo reduce la curiosidad y el deseo de descubrir, lo cual impacta el aprendizaje. Finalmente, los niños que viven atemorizados podrían manifestar comportamientos complicados como rabietas, llanto continuo, agresividad o una fuerte necesidad de estar pegados a un adulto para calmarse. Dé ahí la gran ...
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